Un grupo amigo de los niños fuera de lo común

SVENSKA
Hoy caminamos desde el juzgado de distrito en Gotemburgo hasta la plaza Gustaf Adolf. La nieve, compacta y helada, crujía al quebrarse bajo el peso de las botas al andar, mientras el sol, escasamente se hacía notar su presencia en los extremos de los tejados durante el oscuro mes de Enero. Al llegar a la plaza, el grupo, inspirados por el ejemplo modelico de las madres argentinas de la Plaza de Mayo giró a la izquierda.

Hoy, su manifestación atrajo la atención de miembros del público. La gente se acercaba y preguntaban. Las madres les daban un panfleto con un artículo denunciando lo mal que los menores son tratados por las instituciones en Suecia.

Hoy tuvimos ejemplos del público simpatizando con nuestra causa. Una mujer se dirigió diligentemente hacia nosotros y dijo: "a menudo yo he pensado en lo mal que Suecia trata a sus menores. Mi hija ha notado demasiado de esto, yo también he visto más de la cuenta. Ya va siendo hora de hacer algo al respecto!"

Otros se preguntaban si la situación era realmente tan mala. Desafortunadamente así es. La situación del estado en la que se encuentran es terrible.

Los manifestantes nos disolvimos en el tiempo acordado, y con las pancartas dobladas, a la hora del aperitivo por la tarde, nos dirigimos a hacer cola para el autobús en la parada de Parque del Pozo. Una mujer degustando el contenido de su brebaje y haciéndose visiblemente notar nos chillaba: "que dice la pancarta, que los menores son acallados? Dejadme que os cuente..." Nosotros la escuchamos haciendo omisión del frío y el merodeo de la gente alrededor. La señora concluyo: " ustedes se merecen una medalla de oro por lo que están haciendo".

El calor de sus palabras nos reconfortaron mucho más que los rayos del sol.